martes, 16 de enero de 2018

Mensaje recibido en la Re-Unión de Común-Unidad


Esta mañana me levanté muy temprano para anotar en mi cuaderno una experiencia muy importante que vivimos ayer todos los habitantes del Bosque Rebelde. Es que no quiero olvidarme nada...

Cuando en todo Bosque Rebelde la luna está en cuarto creciente, los habitantes caminamos toda la noche hasta llegar al lugar en que nos Re-Unimos en la Asamblea de la Común-Unidad.
Quien guía esa Re-Unión de la Común-Unidad es siempre alguien diferente, dependiendo del tema a tratar.

Una vez que nos saludamos todos, nos Re-Unimos para meditar en Común-Unidad.
Allí se nos aparecen en nuestros corazones los temas a trabajar durante el período que duren las siguientes lunas hasta el próximo cuarto creciente.

Esta vez pensamos que, como siempre, sería fácil recibir los temas a tratar. Pero no fue así. Los temas se hicieron esperar.

Mientras tanto, como había llegado a Bosque Rebelde una familia de peregrinos que deseaba instalarse para siempre aquí, nos preguntaron cómo nos organizábamos.

Una de las mujeres de largos cabellos plateados cuyo corazón brillaba desde lejos, les contó:
-Aquí, en Bosque Rebelde, vivimos conectados con la naturaleza, que es sabia. Y al conectarnos, aprendemos a escuchar sus mensajes. A veces los mensajes son para crecimiento personal, y otras veces son para el crecimiento de todo el Bosque Rebelde. Aquí intercambiamos lo que cada quien produce, y si alguien no necesita nada, no tiene por qué llevarse objetos que produzcan los demás. Eso siempre fue así en Bosque Rebelde. Generalmente se escucha que en otras regiones de Terralandia entregan dinero a cambio de un producto o servicio. Pero aquí es diferente. Porque se puede correr el riesgo de tener dinero y adquirir productos que no se necesiten, o por el contrario, no tener dinero y no poder recibir ni siquiera lo básico que se necesite para vivir. Y eso sería muy triste y muy injusto. Entonces, en Bosque Rebelde cada quien ofrece lo producido y si alguien lo necesita, se lo lleva, pero si no necesita nada, pues nada toma a cambio de lo que entrega. Y así todos tienen lo que necesitan...

Luego, la mujer de largos cabellos plateados, les habló de la educación de los niños:
- Eso es muy interesante. A medida que van creciendo a nadie se le ocurriría encasillarlos por edades para enseñarles los conceptos que saben los adultos. Aquí se permite jugar libremente a los niños, y cuando ellos tienen inquietudes, los adultos los ayudan a comprenderlas de acuerdo a lo que cada alma vino a experimentar. De hecho eso logra que los niños vayan recordando el viaje álmico y la misión que en este plano vinieron a cumplir. Ningún adulto enseñaría nada que no tenga que ver con ayudar a los niños a recordar su viaje álmico. Por otra parte, se les explica a los niños que cuando un alma está lista para desencarnar, hacemos una ceremonia en la cual sentimos a nuestro Ser Superior abrazando al de aquella alma que se eleva hacia la luz. Es muy común conectarnos con almas de otros planos o que vivieron aquí en otros tiempos, y eso ocurre cuando se necesitan recibir mensajes. Todo se produce en armonía y paz muy bellas...

Mientras la mujer de largos cabellos plateados sonreía, cerró sus ojos unos instantes, y todos recibimos un mensaje en nuestros corazones:
¨Si se comparan con el resto de las comunidades de Terralandia, y permanecen separados de ellas, no podrán seguir creciendo¨

Pensé mucho rato en aquél mensaje que ahora estoy leyendo de mi cuaderno...




Me acordé que los Habitantes de Terralandia se dividen en grupos bien separados... y el mensaje... sugirió otra cosa...






Supe en ese instante que ese mensaje había llegado a nuestros corazones en el momento justo.
De aquí en más, nuestras costumbres debían cambiar para siempre. 




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